Una sesión de entrenamiento debe consistir siempre en el calentamiento, una actividad principal (el enfoque de la sesión), y el enfriamiento.
La actividad principal generalmente es correr, pero ésta se puede variar alternando el tipo de carrera, o realizando un entrenamiento mixto, ya sea, natación, bicicleta, ejercicios de resistencia, fortalecimiento de core, etc.
CALENTAMIENTO
Los ejercicios de calentamiento aclimatan el cuerpo, aumentando el flujo sanguíneo hacia los músculos, haciéndolos más ligeros.
CORRER
Aquí deberás tener un programa de entrenamiento que se adecue a tus necesidades y objetivos, como punto de partida para planificar una carrera. Es relevante que aumentes y varíes gradualmente la distancia, la dificultad y la velocidad, para que notes los cambios en tu cuerpo.
ENTRENAMIENTO DEL CORE Y DE RESISTENCIA
Estos ejercicios ayudan a mejorar las técnicas para correr, lo que da como resultado un mejor desempeño y reduce el riesgo de sufrir lesiones.
ENTRENAMIENTO DE BAJO IMPACTO
Intenta realizar otras formas de entrenamiento de bajo impacto, como: natación, ciclismo de ruta o montaña, para mejorar tu condición aeróbica después de una carrera.
ENFRIAMIENTO
Los ejercicios de enfriamiento reducen la formación de ácido láctico, disminuyen el ritmo cardiaco y permiten regresar a un estado en reposo.