Los estiramientos aumentan la irrigación en el músculo, haciendo que se relaje, aumentando la circulación sanguínea en la zona estirada y reduciendo el dolor post-ejercicio.
Los estiramientos resultan imprescindibles en tus planes de entrenamiento, sin embargo, un estiramiento mal ejecutado puede causarte una lesión. Para realizar los estiramientos con seguridad, hay que respetar varios principios básicos, evitar el dolor, realizar los estiramientos de forma lenta y controlada, estirar el músculo correcto y trabajar sólo los músculos y articulaciones necesarios.
Estos consejos puedes hacer que los movimientos de tus músculos sean más efectivos:
Evita las lesiones
Cada estiramiento mal ejecutado puede afectar negativamente no solo al músculo que estiras, sino a otros músculos y articulaciones que se vean implicados en el movimiento articular. Este error es habitual y es la razón principal de que algunos corredores o corredoras consideren que los estiramientos no sirven para nada son una fuente de dolor, pero están equivocados.
Evita el dolor
Estira el músculo con mucho cuidado, bien dicen que: «A toda causa una reacción» y el cuerpo también opera así, por que si te fuerzas en el estiramiento, los músculos se negarán a trabajar.
Siempre se activarán los mecanismos de defensa del cuerpo si realizas un estiramiento hasta llegar al punto de dolor, lo que puede ser peligroso. Cuando el músculo detecta el dolor, hace a protegerse contrayéndose, que es lo contrario si se lograr realizar adecuadamente los estiramientos.
Quedando claro que un dolor que puedas soportar, provoca una sensación de placer y no de molestia extendiéndose por todo el cuerpo. Aquí lo vital es distinguir esos dolores para que no te llegues a lesionar.
Movimientos suaves
Todo estiramiento debe realizarse suavemente, nunca de forma brusca, por que el músculo se estirará bruscamente durante el estiramiento, provocando que se pueda desgarrar o lesionar. Aquí entra una vez más el mecanismo de defensa del cuerpo al no cumplir el objetivo del estiramiento.
Estira el músculo correctamente
La lógica dice que los estiramientos deben ser sencillos, pero existen una forma de realizarlos adecuadamente. Un movimiento que se aparte dos o tres grados de la dirección correcta puede significar la diferencia entre estirar el músculo o someter la cápsula articular a una tracción inadecuada, o provocar daños en el cuerpo. Para proteger el organismo y ahorrar tiempo tras los entrenamientos es importante que hagas bien los estiramientos, empleando la técnica adecuada según el grupo muscular que vayas a estirar.
Hay que ser consciente de que, cuando estiras el músculo, también realizas, al menos, otra acción exactamente contraria a lo que éste hace cuando actúa (contraerse). Si la función del músculo es doblar el codo, para estirarlo hay que extenderlo, si la acción de un músculo consiste en flexionar la cadera, extender la rodilla o aumentar el arco en la región lumbar, para lograr un estiramiento de dicho músculo se necesitará extender la cadera, flexionar la rodilla y disminuir el arco de la espalda.
Este hecho incrementará la movilidad de las articulaciones, pero sigue atentamente las instrucciones de cada estiramiento para realizar los ejercicios de forma efectiva y con seguridad si no quieres incrementar, de forma excesiva, la movilidad, ya que aumentarías el riesgo de lesión.