La historia de Kayla Montgomery es de esas historias que no te deja indiferente. Una corredora que pese a ser diagnosticada de Esclerosis Múltiple (EM) ha luchado y entrenado duro para seguir adelante y convertirse en una atleta de alto rendimiento en Estados Unidos.
Lo peculiar de su historia es que justo al llegar a meta, se desploma y deja de sentir sus piernas, entre gritos de deseperación y dolor. Su entrenador tiene que esperarla justo en la meta para agarrarla por completo. A los pocos minutos, cuando sus piernas se enfrían, se recupera y puede volver a caminar.
Tal y como dice Kayla, «Es muy duro luchar y hacer deporte cuando es tu propio cuerpo el que se vuelve en tu contra».
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa, pero Kayla seguirá entrenando y dando lo mejor de sí misma. Sin duda, todo un ejemplo de superación.