La atleta keniana, Faith Kipyegon volvió a escribir la historia del atletismo al convertirse en la mujer más rápida del mundo en correr una milla en el estadio Charléty, en París, Francia. Con un imponente crono de 4:06.42, superó su propio récord mundial por 1.22 segundos, y consolidó su lugar como la atleta de media distancia más condecorada de todos los tiempos.
Esta hazaña no fue fruto del azar. Fue el resultado de 16 años de evolución, preparación y trabajo conjunto con Nike, su aliado en cada paso de este viaje. Juntos, Faith y Nike se atrevieron a imaginar lo que parecía inalcanzable: romper una barrera que durante décadas fue vista como imposible para las mujeres.


“Fue difícil, pero estoy muy orgullosa de lo que logré. Quiero mostrarle al mundo, y en especial a las mujeres, que hay que atreverse a intentarlo”, compartió Faith.
El intento Breaking4 de Kipyegon fue una verdadera obra maestra de ciencia, innovación y valentía. Desde el diseño del Nike Fly Suit, el bra Nike FlyWeb impreso en 3D, hasta los ultraligeros spikes Nike Victory Elite FK, todo fue pensado para maximizar su rendimiento. Nike y Faith, afinaron cada detalle: aerodinámica, biomecánica, materiales y entorno. Todo para permitirle alcanzar un nuevo límite.
El presidente de Nike, Elliott Hill, lo resumió así:
“Este es un momento que jamás olvidaré. Faith no solo rompió un récord, rompió expectativas. Es por esto que Nike existe: para impulsar a atletas como ella a soñar más alto y llegar más lejos.”
Pero esta no es solo una historia de velocidad. Es un mensaje para el mundo, un grito de libertad, ambición y poder. En un estadio Charléty vibrante, Faith no solo rompió el reloj: rompió paradigmas. Mostró que el deporte femenil está listo para una nueva era, una donde los límites son solo puntos de partida.


El trayecto de Faith es también el reflejo del compromiso de Nike como marca nacida del running, para el running. Con visión, tecnología y un respaldo integral a las atletas, Nike no solo impulsa récords: impulsa revoluciones.
“Faith demostró hoy que el futuro del deporte es más rápido, fuerte e inclusivo que nunca”, dijo Amy Montagne, presidenta de Nike.
Y así, lo que ocurrió en París no es solo una victoria más para Kipyegon. Es una inspiración global para quienes aún dudan de lo que son capaces. Porque cuando el cuerpo corre con el alma, el resultado no es solo una marca. Es una nueva historia.
Si tienes un cuerpo, eres un atleta.
Y si tienes un sueño, Faith te acaba de recordar que sí se puede.