Para saber a dónde vamos, es necesario saber dónde hemos estado. Llevar un registro es la mejor forma de utilizar la experiencia de entrenamiento diaria para mejorar tu técnica y condición física, así como de equilibrar tu vida con el entrenamiento.
¿Por qué debo llevar un registro?
Es muy común olvidar la experiencia de una sesión de acondicionamiento al inicio de un programa de entrenamiento. Poder consultar el registro detallado de sesiones previas puede ayudar a la memoria. El registro ayuda a identificar cuáles sesiones fueron las más efectivas. También sirve para monitorear tu estado de salud y bienestar mental durante un programa de entrenamiento asimismo, sirve como evidencia sobre cómo has progresado, lo que puede ser un buen estímulo psicológico. Si consultas el registro justo antes de una carrera, verás cuáles han sido tus logros, lo que realmente puede incrementar tu confianza.
¿Cómo aprovechar al máximo un registro de entrenamiento?
El registro debe mantenerse a la par del programa de entrenamiento diario. Debes describir cada sesión detalladamente, desde la distancia recorrida, las lesiones que hayas tenido, hasta los alimentos ingeridos antes y después de la carrera. Verifica tu progreso con el programa en mano. El registro también puede ayudar a organizar tu programa y asegurar el uso eficiente del tiempo, así como a tomar decisiones acerca de qué sesiones de entrenamiento pueden moverse o eliminarse, y en qué áreas debes trabajar más; por ejemplo, es probable que quieras mover una sesión de entrenamiento a un horario diferente, o que desees enfocarte en un músculo en particular.
Registra velocidad, ritmo y frecuencia cardíaca
- Dos artículos esenciales son: un cronómetro o un reloj con GPS y un monitor de frecuencia cardíaca. El reloj GPS, sirve para medir la velocidad y el ritmo; actualmente la mayoría de estos relojes también pueden medir la frecuencia cardíaca.
- Mide cuánto tiempo tardas en correr 1 kilómetro utilizando un cronometro o un reloj GPS, para conocer tu velocidad y ritmo. Otra persona puede ayudarte a hacer esto si no cuentas con un reloj GPS o cronómetro.
- Utiliza un reloj GPS, para registrar la distancia recorrida durante una sesión y el tiempo que tardaste en completarla. Puedes utilizar esta información para medir tu ritmo promedio.
- Usa un monitor de frecuencia cardíaca para: revisar tu frecuencia cardíaca en reposo por la mañana, calcula tu frecuencia máxima en movimiento y calcula el tiempo que pasas en cada zona de ritmo cardíaco durante cada sesión de entrenamiento.