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El correr un maratón que equivale a 42 kilómetros y 195 metros, no cualquiera lo acaba y menos si lo hace bajo una botarga de unos buenos kilos, es el caso de Sergio Jiménez Cancino.
Médico Cirujano y Partero, de profesión y atleta y entrenador poblano. En su curriculum tiene un sin fin de cursos, congresos y diplomas formativos respecto a su carrera y el deporte.
Dentro de lo que se destaca ser el 1er. lugar del Maratón de Los Ángeles en categoría 18 a 24 años, con 2 horas, 21 minutos y 47 segundos en marzo de 1991 y 7mo. lugar en el Campeonato Mundial de Universidades (Maratón) con 2 horas, 21 minutos y 43 segundos en Sheffield, Inglaterra el 21 de julio de 1991.
1er. Lugar del Maratón de San Francisco el 30 de agosto de 1992 con 2 horas, 14 minutos y 44 segundos en 1992. 7mo. lugar en el Campeonato Mundial Universitario de Buffalo (Maratón) con 2 horas, 19 minutos y 20 segundos en 1993.
En 1994 fue el 1er. lugar del Maratón Lala en Torreón rompiendo récord de competencia e imponiendo nueva marca nacional del maratón en 2 horas, 14 minutos y 11 segundos el 3 de abril de 1994, por mencionar algunos de sus logros atléticos.
Así como entrenador del equipo de corredores ARTRUNNERS que incluye deportistas de diferentes niveles de rendimiento deportivo.
La botarga en mención que Sergio Jiménez usó en el Maratón de México fue el «Dr. Simi» durante todo el trayecto fue punto de atención por ver al redondo personaje correr por las principales calles de la Ciudad de México, pues ante la impresión que causaba a corredores y espectadores el «Dr Simi» avanzaba rumbo a C.U. como cualquier otro de sus participantes a la meta.
El problema resulto ser cuando se encontraba a los alrededores de Ciudad Universitaria, pues las autoridades impidieron su ingreso al Estadio Olímpico Universitario, por lo que se vío en diversos videos difundios en las redes sociales.
La versión de las autoridades ante las cámaras de un sin número de personas fue decir: «Es una marca, no nosotros no impedimos que ingrese como persona, pero con la botarga no, pues es una marca» resaltaron.
¿Por qué realizar semejante acción ya casí al final del recorrido? ¿A caso no todo aquel que va disfrazado de El Chavo, Superman, Batman, Flash, Batichica, etc, etc son marcas? ¿Por qué no permitirle ingresar a la meta al «Dr Simi» si toda persona que se viste en el maratón bajo la imagen de un personaje es marca registrada? Si a esas vamos, creemos que es conveniente que el maratón reglamente que todo aquel que se vista o disfraze de algún personaje con marca registrada y no tenga un permiso exclusivo para portarlo, deberá abandorar la competencia.
Como bien dicen por ahí «o todos coludos o todos rabones». Hay que atender este tipo de situaciones Comité Organizador del Maratón de la Ciudad de México, así como ver la estrategia para evitar toda corredor tramposo que no acaba la justa atlética.
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