Si eres un corredor principiante o experimentado, debes de tener en cuenta que para seguir disfrutando de esta actividad, siempre debes estar atento a lo que tu cuerpo te “dice” y reconocer cuál es su límite.
¿Por qué te lo decimos? Porque es bien sabido que un runner suele lesionarse con frecuencia cuando no conoce sus límites y se excede corriendo más kilómetros de los que sus músculos están dispuestos a soportar.
Las lesiones que te puedes provocar por no “escuchar” a tu cuerpo van desde pequeñas hasta aquellas que te pueden sacar de competencia.
Por ello es importante que si estás iniciando en el mundo del running o te estás preparando para una importante carrera de 10 kilómetros o menos, e incluso para un maratón, siempre detente a entender tu cuerpo y detectar cuándo es el momento de parar.
Recuerda que la constancia y el entrenamiento te podrán ayudar a alcanzar las metas que buscas, pero esto debe ser gradualmente, siempre dando a tu cuerpo el espacio necesario para que vaya asimilando cada avancen en distancia o ritmo.