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Hemos visto corredores quedar seriamente lesionados por haber corrido cuando estaban lastimados. Una lesión que los inmoviliza: ese es el abismo pues les impide correr, a veces temporalmente, o a veces, permanentemente.
Entrenando para el maratón de Miami, corría con una persona que me comentó que un pie le molestaba. Durante el maratón, se volvió a quejar. Al otro día no se podía mover del dolor, no podía ni siquiera caminar. Descubrí que le habían inyectado cortisona durante el período de entrenamiento, en varias ocasiones y le habían dicho que podía correr. En aquel momento, ella pensó que hacia lo correcto: estaba consciente de que el pie no mejoraba pero aún así, corrió. Sufrió un desgarro de la fascia plantar, le tomó 4 semanas volver a caminar sin muletas, 6 semanas para poder regresar a su trabajo y a hacer cualquier tipo de ejercicio… y nunca más pudo volver a correr. Cayó en el abismo.
Así nos lo platica Bruce Wilk director del Orthopedic Rehabilitation Specialits en Miami, Florida.
¿Por qué correr cuando se estás lesionado?
Los corredores no se percatan de que pueden lastimarse permanentemente. Esto se puede evitar con sólo seguir unos cuantos consejos que le ayude a identificar la seriedad de la lesión, si debe correr o no y cuándo buscar asistencia profesional.
¿Como definir la gravedad?
Nivel 1. dolor al hacer esfuerzo
Puede comenzar después de 20 kilómetros o de un kilómetro. Es un dolor persistente mientras corres pero que para cuando dejas de correr: ésta es la primera señal de alarma cuando existe una lesión.
Nivel 2: dolor mientras descansa
El dolor continúa aunque deje de correr y no se le quita. Es el momento de comenzar a trabajar en el manejo personal.
Nivel 3: el dolor persiste durante las actividades cotidianas tales como caminar o subir escalones o al estar sentado
Si su condición no mejora o, si empeora, busque apoyo profesional.
Nivel 4: consiste en dolor para el cual ya toma medicamentos
Los analgésicos ocultan la gravedad de una lesión y si se continúa corriendo, ésta empeorará. Si toma medicamentos, tiene que dejar de correr hasta que la medicina sea eliminada de su organismo. Si se encuentra en este nivel, está a punto de caer en el abismo. Pare de correr.
Nivel 5: el dolor lo inmoviliza, no lo deja correr o quizás ni caminar, ese es el abismo
Cuando un paciente me llama porque se ha lesionado, comienzo por repasar los distintos niveles de dolor:
“Bruce, estoy entrenándome para un maratón pero cuando llego a los 20 kilómetros, no soporto el dolor y no puedo continuar.” Mi pregunta es: ¿le sigue doliendo cuando deja de correr? Si la respuesta es “no”, no hay problema. Entonces le pregunto si el dolor interfiere con sus actividades cotidianas. Si la respuesta vuelve a ser “no”, mi próxima pregunta sería si está tomando algún tipo de analgésico . Si la respuesta es negativa, el paciente se encuentra en el Nivel 1. Debo advertir que aunque el paciente se encuentre en el Nivel 1, el hecho de que esté tomando algún tipo de medicamento, automáticamente lo sitúa en el Nivel 4, a un paso de padecer un dolor que lo inmovilice.»
En ocasiones los corredores piensan que es sólo un dolor muscular y toman un analgésico, o van a la consulta de un médico y reciben inyecciones de cortisona… y continúan corriendo. Esa lesión puede terminar en un Nivel 5 y la persona puede quedar seriamente lastimada. Se corre el riesgo de no poder reintegrarse al deporte. Nadie les va a cuidar mejor….que ustedes mismos.
Fuente: Bruce Wilk director del Orthopedic Rehabilitation Specialits en Miami, Florida.
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